A propósito de la actividad de
Germina.Cciones en el Sur del Perú, de la mano de la reciente creación del
equipo de coordinación de las actividades de esta plataforma en Arequipa y
Puno, hoy quiero compartir con ustedes una entrevista que brindó Luca
Belcastro, fundador de Germina.Cciones, publicada por Mayela Barragán Z. en la
página web ‘Venezuela Sinfónica’, el pasado 5 de noviembre. Por aquellas
fechas, Luca estaba en Caracas, impartiendo el seminario ‘Antes de la técnica;
conciencia, narración y escuchas’. Aquí va:
── ¿Luca, con el proyecto
“Germina.Cciones…” creas una receta particular para combatir la uniformidad
cultural?
──Para combatir la uniformidad
cultural la primera cuestión que hay que hacer es darle espacio a la
diversidad, que cada uno valore que lo que siente y prueba es importante y que
encuentre la fuerza de decirlo, de dialogar con los otros sobre sus ideas y posturas.
Mientras muchas veces lo que ocurre es que uno piensa que diciendo aquello que
dicen todos es lo que va a dar la posibilidad para abrir espacios cuando en
realidad es lo contrario, es la diversidad lo que permite el diálogo.
──Leyéndote me hiciste venir
en mente Alejo Carpentier y su libro Los Pasos Perdidos, ¿de qué cosa partes en
la búsqueda cuando decides marcharte a América Latina?
──Partí en la búsqueda de una
conciencia, tratando de encontrar en los otros mi ideal de hacer música que
para mí no es competencia. Hacer música no es convertirse en el más bueno de
todos, aislarse. Hacer música es participación. Y he encontrado lo que buscaba,
aunque este punto de vista mío no refleje lo que ocurre en las academias
musicales, porque ese es otro tema. Pero en la vida tradicional, en el
acercarse a lo real, a la música de los niños, está presente la necesidad y la
capacidad de compartir el placer de hacer música.
En Italia, frecuentemente,
cuando uno estudia un instrumento musical y luego pasa a Composición te dicen
de escoger o la una o la otra; a veces aprender a tocar un instrumento no es la invitación al placer
de hacer música sino a la obligación de ver al instrumento como una herramienta
de trabajo, como una profesión; no a la posibilidad de aprender a usar un
instrumento que pueda llevarte a una realidad espiritual, y a una visión
profunda sobre la espiritualidad de hacer música. Esta conciencia, que
quizás había sentido siempre y que
difícilmente encontraba en Europa, la conseguí viajando por América latina. Esa
posibilidad de compartir ideas e ideales, de ver la música como un acto de
profundo respeto, escucha y participación sólo
la encontré pasando de un país latinoamericano a otro, y es lo que me ha
hecho reflexionar sobre cuál es mi posición con respecto a hacer música, a
componer y me ha permitido encontrar respuestas claras que he podido ver
concretizadas en el desarrollo del proyecto “Germina.Cciones…” que estamos
proponiendo.
── “Germina.Cciones…”, el
nombre del proyecto, es la composición de dos palabras, su raíz, Germinar,
significa “comenzar a brotar nuevas plantas, a dar vida a nuevas semillas”, en
un cierto modo la elección de esta palabra revela que escapabas de un desierto.
── ¡Quizás!, había llegado a
un punto de mi vida en el que sentía de estar en un desierto y tenía necesidad
de sentir más naturaleza, más vida y esta idea de “germinar” es lo que está
sucediendo con el desarrollo del proyecto musical. La idea de que en diferentes
ciudades latinoamericanas puedan brotar encuentros que nazcan del intercambio y
la colaboración es lo que estoy experimentando y viviendo. Grupos diferentes
que se meten en contacto entre ellos, es un continuo brotar de espacios y
grupos dispuestos a compartir y dar vida a nuevas ideas.
──Cuando regresas a un lugar
donde previamente has dejado las bases de “Germina.Cciones…” ¿a quién rencuentras?
──Encuentro grupos bastante
estables. En Chile el proyecto se convirtió en una ONG por esta razón hace un
trabajo más continuado. En Venezuela se formó un grupo que es muy activo. Ahora
estamos tratando en líneas generales de ver cómo encontrar una estructura
funcional que pueda favorecer el contacto entre todos, porque son naciones
diferentes, cada una con sus leyes, con sus dinámicas asociativas y a veces es
difícil compactar los encuentros, por eso estamos estudiando cómo poder ser más
fuertes en facilitar el intercambio para compartir más entre todos.
── ¿Cuál es el país entre
todos los que has visitado al cuál sientes más apego?
──He pasado mucho tiempo en
Chile porque allí, gracias a la ONG, la actividad del proyecto va más
adelantada, pero me quedé muy emocionado de Cuba, de la manera como ven las
cosas, de cómo se relacionan con la vida, de cómo viven. Todos los lugares de
América Latina son increíbles, el sur del continente: La Patagonia con su
naturaleza majestuosa es maravilloso. Latinoamérica posee una naturaleza y una
historia que son fantásticas, por ejemplo, Perú es una nación que me fascina
por su historia y su forma de vivir. Pero cada país tiene una fuerza que en
muchos casos es debida a la presencia de los pueblos originarios, de los nativo
americanos que muchas veces se encuentran separados de las localidades
principales y obligados a vivir aislados. Por esto en tierras latinoamericanas
me siento muy atraído por todo lo referente a lo tradicional, a lo que está
vivo y es energético en la cultura tradicional porque lleva adelante una propia
visión del mundo y de las cosas, una ritualidad, y me siento menos atraído por
los modelos culturales occidentales que se imponen, los cuales muchas veces no
dejan vivir con equilibrio, en el sentido de que no permiten respetar los
propios orígenes y no facilitan los
puntos de contacto sino sólo repiten modelos ya pre-constituidos.
── ¿Entraste fácilmente a
compartir en una fiesta tradicional latinoamericana?
──Depende de la zona
geográfica, un tema un poco diferente en cada contexto, por ejemplo, el peruano
posee una capacidad innata para involucrarte en una fiesta tradicional, allí te
agarran de la mano y te llevan con ellos sin hacer distinciones. Este tema en
Chile es diferente porque allí los bailes tradicionales están muy
estructurados; son grupos que se reúnen y ensayan todo el año y es difícil
entrar en sus dinámicas, sólo pude hacerlo cuando hice amistad con un músico de
una agrupación y éste me invitó a participar con ellos en unas fiestas
tradicionales del valle del Aconcagua. Para mí sentirme participe de un evento
cultural de este tipo es muy importante, el mundo de las academias vive distante
de estas manifestaciones, ostentan poco interés, y esto es algo triste.
──Hablemos un poquito sobre
Italia, en Venezuela los bailes folklóricos son amados por niños y jóvenes,
todos sabemos bailar joropo, ¿por qué en Italia el folklore está tan despegado
de la vida cotidiana y sobre todo de niños y jóvenes?
──Esto ha sido debido a
diferentes razones, entre las cuales cabe mencionar la decisión política de
convertir en turísticas muchas fiestas tradicionales, además carece de una
parte intermedia entre lo que se conoce como música tradicional y música culta.
En Italia falta la música popular en el verdadero sentido de la palabra, lo
que se conoce como música popular es
música comercial, que se hace sólo con la idea precisa de vender el producto.
Las tradiciones populares se perdieron por decisiones políticas cuando, cito un ejemplo, muchas tradiciones
populares estaban conectadas con las funciones religiosas, con las misas, se
tomó la decisión de que debía eliminarse de las iglesias todo lo que no era en
el idioma oficial del país porque había que cantar en italiano, así muchas
misas en dialecto o latín estropeado (latino storpiato) se perdieron,
desaparecieron fuentes de inspiración de siglos para dar espacio a un tipo de
música que era mucho más simple.
Lamentablemente estas tradiciones culturales relacionadas con la iglesia se
perdieron, sólo sobrevivieron en zonas aisladas a donde no llegó la cultura
dominante. Europa es un continente sin muchos espacios libres, es un lugar de
ciudades conectadas, vecinas unas a otras, mientras en América Latina existen
espacios vastísimos, distancias, que
permiten el arraigo de las tradiciones y evitan que la influencia de los
modelos dominantes de las capitales penetren y cancelen tradiciones populares
de siglos.
“Es muy importante conservar y
mantener las tradiciones populares, y
la fuerza está en el respeto de la
diversidad”
La primera vez que encontré a
Luca Belcastro, quien a nivel internacional ha ganado todos los premios que
tenía ganar, fue el 22 de mayo de este año en el patio de la Biblioteca Berio
de Génova, lugar en el cual él presentó sus tres libros: “Sacbeob”, “Diario
Sudamericano” y “Abel Soledad”. Textos donde Belcastro cuenta su intenso
caminar en tierras latinoamericanas desde que en un lejano día del 2006 decidió
alejarse de Italia para ir a plantar las raíces de un proyecto musical,
“Germina.Cciones…”, por los países hispanoamericanos, pero por vicisitudes con
la registración del encuentro, para recoger estas preguntas tuvimos que volver
a encontrarnos en Milán.
──Conversemos por un momento
sobre tus tres libros, me suscita curiosidad la arquitectura que poseen: el
primero es una especie de diccionario y diario que recoge reflexiones y puntos
de vista sobre el proceso creativo; el segundo es un perfecto diario de viajes y el último, es una
novela, ¿cómo explicas el salto de
diario a novela?
──La estructura del diario de
viajes era lo que me permitía escribir en el momento en el cual encontraba las
cosas, por lo tanto me daba una visión sobre el presente, sobre el momento en
el cual ocurría un encuentro, al final el personaje principal era yo con mis
emociones y estados de ánimo, con mis miedos y soledad. Todo lo que sucede a un
viajero cuando se encuentra en sitios nuevos maravillado por la naturaleza y la
relación con el mundo. Mientras recurrir al género de novela era un intento de
diferenciar las almas que encontraba durante el viaje; de encontrar personajes
que pudieran vivir y relacionarse entre ellos. Era un intento de reflexionar
más sobre el tiempo: pasado, presente y futuro, no de vivirlo todo en el mismo
momento en que ocurre. Estos personajes
en suma son caras de mi personalidad que se meten en relación entre ellos para
encontrar un punto de equilibrio: un contacto, una prospectiva nueva futura. Es
una novela psicológica que reflexiona sobre los mecanismos, sobre las cosas que
encontré o he visto; “Abel Soledad” no es una ficción sobre cuestiones que no
he vivido sino un intento de proponer lo que he sentido en mi piel durante el
camino.
──En ¿qué arco de tiempo nacen
tus libros?
──“Sacbeob” que fue el
primero, y es una relación sobre lo que es un proceso creativo, entre el 2009 y
el 2011. En el 2011 “Diario Sudamericano” que está basado en los viajes a
Chile, Argentina, Perú y Bolivia, sucesivamente escribo “Abel Soledad”.
──Para el primer texto ¿por qué escogiste “Sacbeob”
como título?
──”Sacbeob” son caminos, eran
las rutas blancas que unían las ciudades mayas, las arterias que conectaban con
los centros ceremoniales. En los tiempos de los Mayas eran vías principales,
muy frecuentadas, ahora están derrumbadas, se perdieron en los bosques y las selvas,
pero algunos aún se pueden divisar en la distancia, por lo tanto ese título es
como una invitación a buscar un posible camino de contacto.
──¿Por cuál razón escribes
estos textos?
──Después de haber pasado
viajando casi tres años en América Latina empecé a encontrar una serie de
personas que me preguntaban cuáles eran las bases, los fundamentos, los
espacios de diálogo y encuentro o las
ideas del proyecto “Germina.Cciones…” que estaba llevando a cabo, por ende la
necesidad de contar lo que había visto y de confrontar con lo que era mi
experiencia en Europa.
──Viajando por Latinoamérica
te has convertido en un buen conocedor de los pueblos originarios, me conmovió
leer en “Diario Sudamericano” el breve relato sobre tu madre, de cómo después
de este luto te marchas de Italia con mayor convicción para acercarte con
fuerza a la naturaleza de otro continente, a las culturas que fraguaron para el
mundo entero el principio de “madre tierra”, no conocías la vastedad de la
naturaleza de estas tierras, pero te acercaste confiado, como cargando la solidez interior que dan los
arquetipos, hoy ¿cuál es tu visión sobre nuestro planeta?, ¿cómo lo concibes?
──Veo la tierra como una
fuente de energía para todos y es para todos la misma fuente, claramente existe
una diversidad y es esta la belleza: la capacidad del diálogo en la diversidad.
No es posible ni pensable uniformar al territorio latinoamericano, puede ser
algo que están tratando de hacer en Europa, pero en América Latina es
diferente, y lo que reflejan tanto los ambientes académicos como los creadores
en general es la capacidad y la posibilidad del diálogo en la diversidad. Creo
que es muy importante conservar y mantener las tradiciones y ver a través de
éstos una posibilidad de contacto e intercambio. La idea de multi-culturalidad
que existe en tantos pueblos de Latinoamérica, la presencia en un país u otro
de diferentes etnias que pueden dialogar entre ellas para llegar a una
convivencia pacífica de respeto y diálogo es muy importante. La fuerza está en el
respeto de la diversidad y la tierra es la Pachamama que da energía a todos y
todos recibimos de ella.
──Ya para concluir, deseo
cerrar esta serie de preguntas pidiéndote que me cuentes algo sobre tu percepción con respecto a ¿cuáles son los
países latinoamericanos más robustos en agenda cultural?
──Argentina y México tienen un
ambiente cultural muy interesante, ambos países tienen muchas ciudades del
interior donde existe una rica agenda cultural de propuesta, a diferencia de
otras naciones donde la actividad cultural se concentra en la capital o en un
sólo lugar. México tiene muchos lugares
llenos de historia, cuenta con ciudades monumentales que pulsan de vida
cultural no obstante ya no tengan sus viejos habitantes. Culturalmente
Argentina y México son diferentes. En México percibí, a diferencia de
otros países latinoamericanos, que esta
nación mira mucho hacia el norte, por el contrario Argentina está más orientada
hacia Europa por la influencia de este continente y por el gran número de
italianos que acogió; desde el punto de vista cultural es como si México
tuviera la necesidad de unirse a Estados Unidos, de repetir sus fórmulas, de ir
a estudiar al norte, y no obstante esta
diferencia de fondo con Argentina, ambas naciones comparten un punto en
común: Una agenda cultural muy rica en las ciudades del interior del país.
── ¿Adónde regresas cuando
dejas de viajar por Latinoamérica?
──En este momento de mi vida
soy un nómade, viajo de un sitio a otro, no tengo un lugar fijo donde regresar,
no sé cuánto tiempo durará pero en este momento es así.
Mayela Barragán Z.: Conversatorio con el compositor italiano Luca Belcastro: “La belleza es
la capacidad del diálogo en la diversidad”. Recopilado el 10 de noviembre
de 2013, de: http://www.venezuelasinfonica.com/colaboradores/conversatorio-con-el-compositor-italiano-luca-belcastro-la-belleza-es-la-capacidad-del-dialogo-en-la-diversidad